La motricidad fina

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La motricidad fina se define como la coordinación de los movimientos musculares pequeños que ocurren en partes del cuerpo como los dedos, generalmente en coordinación con los ojos, o lo que también conocemos como coordinación óculo-manual. 
Este tipo de movimientos requieren de una mayor destreza, habilidad y precisión, por lo que es importante trabajarla desde edades tempranas.
Especialmente debemos reforzar la motricidad fina de los niños y niñas en etapa de educación infantil puesto que les estamos preparando y sentando las bases de su posterior desarrollo grafomotriz, es decir, ayudándoles a desarrollar adecuadamente los movimientos necesarios para posteriormente aprender a escribir.
Algunos movimientos que implican la motricidad fina son:
- Coger y soltar un objeto.
- Apretar.
- Rasgar.
- Pegar y despegar.
- Introducir un objeto en otro.
- Seguir un camino con el dedo.
- Picar.
- Recortar.
- Entre otras.
Para el desarrollo de esta habilidad, el juego heurístico constituye un recurso fundamental, por lo que os recomiendo que visitéis dicha entrada para más información.
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